Unas veces me siento como pobre colina y otras como montaña de cumbres repetidas.
Unas veces me siento como un acantilado y en otras como un cielo azul pero lejano.
A veces uno es manantial entre rocas y otras veces un árbol con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas como laguna insomne con un embarcadero
ya sin embarcaciones una laguna verde inmóvil y paciente
conforme con sus algas sus musgos y sus peces, sereno en mi confianza
confiando en que una tarde te acerques y te mires, te mires al mirarme.
1 comentario:
Vanessa, el cuento que me confiaste a cambio de tu nombre ya está listo. Está publicado en mi blog. Mil gracias.
Publicar un comentario