jueves, 31 de enero de 2008

Para Abelardo

Dónde buscará tu mano
Ahora que la mía es inútil.
Eres infinito por inalcanzable.
Arrebatada de ti
Fui desterrada de la sombra del paraíso
Al que no aspiro.
Y sin embargo
Nada más real que el sufrimiento
De estas paredes
Exaltadas para humillarte.
Borra resueltamente
El día sangriento
Y la claridad de mi sobrevivido dolor.
Aguarde para ti el fulgurante paraíso.
Para mí baste
Como hasta ahora
Tu visita en sueños.

1 comentario:

Augusto Rincón dijo...

Está lindo lo que escribiste.Quizás esa resignación sea una fuente creativa inagotable. Saludos.
César A Pareja G